Publicado en los blogs El Tiempo el 4 de Julio del 2020

La elección presidencial estadounidense, que será el 3 de Noviembre de este año, cada vez se pone más interesante. El mal manejo que el Presidente Trump le ha dado a la pandemia, al igual que a las marchas de Black Lives Matter, han afectado su popularidad y han impulsado la elección, según las encuestas, a favor de su rival demócrata Joe Biden.

Trump, el 10 de Febrero afirmó que en Abril, con el calor, el COVID-19 desparecería. Esto entonces hizo que su administración no se tomara en serio la amenaza de este virus, y los casos empezaran a escalar rápidamente. Según un informe publicado por científicos de la Universidad de Columbia, con apoyo financiero por parte del Instituto Nacional de Salud, la Fundación Nacional de Ciencia y la Morris-Singer Foundation, si el gobierno estadounidense hubiese implementado políticas de distanciamiento social el 8 de Marzo, en vez del 15, se hubiesen prevenido cerca de 36,000 muertes y 700,000 infectados. 

Aunque el país estadounidense ya cuenta con 2.4 millones de casos de coronavirus, y que ha incrementado su número de casos diarios a 50,000, Trump repitió el 1 de Julio en una entrevista a Fox Business que “el coronavirus desaparecerá en algún punto”, contradiciendo a científicos como Anthony Fauci que han afirmado que el país no ha implementado las medidas necesarias para “controlar la pandemia”. Según Fauci, el incremento pronunciado de los casos esta siendo impulsado por los estados de la Florida, California, Texas y Arizona, (los cuales fueron los que más presionaron para reabrir sus economías de manera temprana) y que “no se sorprendería si el país empezara a reportar 100,000 casos al día”. De esta manera, se puede ver que en la reapertura económica, que fue apoyada fervientemente por el gobierno de este país, no fue ejecutada de manera apropiada y ha causado que los casos del coronavirus se incrementen de manera dramática.

Por su parte, el manejo de Trump a las protestas de Black Lives Matter, tampoco ha sido la adecuada. Las protestas empezaron este año a raíz de la muerte de George Floyd por parte de la policía de Minnesota, cuando un oficial lo asfixió al poner su rodilla en el cuello de Floyd durante nueve minutos. La muerte causó conmoción en el país, y alrededor del mundo, haciendo que la gente saliera a marchar en Estados Unidos para pedir un fin al racismo y opresión racial por parte de la policía. No obstante, Trump ha afirmado que los protestantes quieren desestabilizar al país, que son violentos y que el será el presidente de la ley y el orden. Aunque en las marchas se han dado actos vandálicos, la mayoría de estas han sido pacíficas, en las cuales los marchantes, la mayoría con máscaras, le han reclamado al gobierno sus demandas legítimas. Sin embargo, Trump recientemente afirmó en un tweet que la decisión por parte de New York City de pintar Black Lives Matter en la quinta avenida de Nueva York era un “un símbolo de odio”.

Por su parte, el candidato demócrata Joe Biden ha apoyado las marchas de Black Lives Matter, inclusive se reunió con un grupo de líderes de la comunidad afroamericana en Delaware para escuchar propuestas que estén direccionadas a atender y solucionar las demandas del movimiento. Después del evento, en el cual Biden tomó atenta nota de los reclamos y propuestas, el candidato presidencial se arrodilló en la iglesia, en señal de apoyo al movimiento, teniendo en cuenta que este acto se ha convertido en un símbolo de esta protesta.

El manejo incorrecto del presidente de los Estados Unidos ante la pandemia y la crisis social de Black Lives Matter, le ha costado su popularidad. El problema principal para Trump es que está perdiendo apoyo en “estados bisagras” como Arizona, Nevada, Florida, Pennsylvania, entre otros. A estos estados se les denomina de esta manera dado que, al no ser mayoritariamente demócrata o republicano, no exista una clara certeza sobre cual será el candidato ganador en la contienda. De esta manera, cada cuatro años, en las elecciones presidenciales ganar estos estados es clave para ganar la presidencia. Según un agregado de las encuestas presidenciales, hecho por la página RealClearPolitics, Biden lidera las encuestas 49.3% contra 40.5% del contrincante republicano.

Agregado de Encuestas Presidenciales desde Enero 2020 – Presente  (Fuente: Real Clear Politics)

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En política, y en especial en una elección presidencial, cuatro meses es mucho tiempo y Trump tiene aún tiempo para cambiar la tendencia en las encuestas. No obstante, su incapacidad en el manejo de las crisis recientes, parecen haberle pasado factura y afectan su estrategia electoral. Su reciente evento de campaña electoral en Oklahoma, que apuntaba a ser su inicio de campaña oficial y del cuál existía gran expectativa, fue un fracaso. La campaña esperaba que el escenario en Tulsa estuviese lleno e inclusive habían planeado que Trump y su vicepresidente Mike Pence, le hablaran a un grupo de personas que no habían podido ingresar. Sin embargo, al legar a Tulsa, las tribunas estaban vacías dentro del escenario y la campaña decidió cancelar los planes para hablar al grupo de personas en el exterior de este. Esto entonces puede ser un indicador, al igual que las encuestas, que su apoyo a nivel nacional ha disminuido. No obstante, el partido demócrata no debe confiarse, pues hace cuatro años todas las encuestas indicaban un triunfo de Hillary Clinton, y Trump dio la sorpresa. ¿Podrá hacerlo de nuevo? Sólo el tiempo nos dirá, aunque por ahora, parece improbable.

 

MARIO CARVAJAL CABAL

Internacionalista y Ayudante de Investigación en una Consultora Geopolítica

Twitter: @Mariocarvajal9C

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