Publicado en El País de Cali el 12 de Noviembre del 2024

El 5 de noviembre, la democracia estadounidense habló, y el electorado envió un mensaje claro al Partido Demócrata. Aunque los pronósticos auguraban una contienda cerrada, el desenlace fue diferente. Con 312 votos electorales, Donald Trump obtuvo la victoria más contundente en el colegio electoral desde 1988, cuando George H.W. Bush, impulsado por la popularidad de Ronald Reagan, venció al demócrata Michael Dukakis. Trump también logró, por segunda vez en el siglo XXI, que un candidato republicano ganara tanto el voto electoral como el popular, un logro que no ocurría desde que George W. Bush derrotó a John Kerry en 2004; superando a Kamala Harris por 4 millones de votos.

Algunos atribuyen esta victoria al sexismo del electorado, dado que es la segunda vez en ocho años que una mujer pierde la presidencia. Sin embargo, los datos de votación por grupos demográficos sugieren un problema más profundo para los demócratas. Según PBS, el 53% de las mujeres blancas votaron por Trump y el 46% por Harris. Las mujeres afroamericanas, en cambio, apoyaron mayoritariamente a Harris 89%, mientras que un 10% respaldó a Trump. Entre las latinas, el 59% votó por la candidata demócrata y el 39% por el republicano. Aunque Harris ganó el voto femenino en un 54%, fue un descenso frente al 57% que Biden logró en 2020. Trump obtuvo el respaldo del 44% de las mujeres.

En cuanto a los hombres, el 60% de los votantes blancos eligieron a Trump y el 38% a Harris. Entre los afroamericanos, Harris recibió el 74% de los votos masculinos, mientras que Trump obtuvo un 25%. Entre los latinos, la contienda estuvo reñida: Harris ganó el 49%, y Trump, el 48%. Como los hombres blancos representan el 35% del voto masculino y los afroamericanos y latinos solo el 4%, el voto masculino favoreció a Trump.

La división generacional también fue clave. Entre los votantes de 18 a 29 años (16% del electorado), el 51% votó por Harris y el 47% por Trump. En el grupo de 30 a 44 años (25% del electorado), Harris obtuvo el 50% y Trump el 47%. Sin embargo, entre los votantes de 45 a 64 años (32% del electorado), el 52% eligió a Trump y el 46% a Harris. Entre los mayores de 65 años (27% del electorado), Trump también ganó con un 51% frente al 48% de Harris. Aunque Harris lideró entre los votantes jóvenes (18-44 años), estos solo representan el 41% del electorado, mientras que Trump logró mayorías en los grupos de 45 años en adelante, que constituyen el 59%.

Esta ventaja electoral también otorgó al Partido Republicano una mayoría en el Senado y dejó la Cámara de Representantes ad portas del control republicano. Con cortes judiciales favorables, Trump es ahora el presidente con mayor poder político desde Franklin D. Roosevelt, quien también gobernó con mayorías en todas las ramas del poder público. Más allá del sexismo en la campaña, el Partido Demócrata no logró construir un mensaje de campaña efectivo. Esto en gran medida se debe a que Joe Biden renunció de manera tardía, dándole a Harris solo 4 meses para hacer una campaña presidencial. El accionar irresponsable de este líder, y su partido, será una mancha importante en su legado. De esta manera, el futuro electoral de los demócratas dependerá de una revisión profunda de sus políticas y propuestas económicas, fiscales e inflacionarias, que resultaron determinantes en esta contienda. De no hacer estos ajustes, el partido podría quedar relegado a la oposición, hasta que surja un liderazgo renovado con propuestas capaces de persuadir al diverso electorado estadounidense.

MARIO CARVAJAL CABAL

Consultor Senior de Asuntos Públicos para IDDEA Comunicaciones

Twitter: @Mariocarvajal9C

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