China
Publicado en El País de Cali el 28 de Diciembre del 2022
Después de varias semanas de protestas a lo largo y ancho de China, el gobierno de Xi Jinping decidió reversar la política de cero-covid impuesta desde el inicio de la pandemia. Aunque el presidente Xi afirma que su decisión surge como respuesta a la democracia del país, esta decisión podría poner en riesgo a millones de habitantes del país, en especial a las personas de mayor edad.
Según un artículo escrito por Eyck Freymann y Yanzhong Huang, dos expertos en el tema de salud en China, alrededor de 25 millones de personas mayores de 60 años y 8 millones mayores de 80 nunca fueron vacunadas por el gobierno asiático. De igual forma, aunque millones de personas fueron vacunadas, no se pusieron la dosis de refuerzo.
Además, se estima que el país no tiene el número de camas de cuidados intensivos necesarias para enfrentar esta nueva faceta de la pandemia. El gobierno afirma que en este momento hay 138.000 camas de UCI. Sin embargo, al no existir datos externos a fuentes gubernamentales que confirmen esta información, es difícil establecer si el gobierno está diciendo la verdad u ocultando información.
En un modelo hecho por la revista The Economist sobre cómo se podría propagar el CovidD-19 en China, en el escenario más crítico el 96% de la población podría infectarse en los próximos tres meses, haciendo que la demanda de camas de UCI rápidamente sobrepase la oferta. En este escenario, las personas mayores de 60 serían el 90% de las víctimas mortales, y cerca del 2% de la población en edad de trabajar podría enfermarse en el pico de infección, afectando la economía del país.
El artículo afirma que su modelo concuerda con otros hechos por firmas como Wigram Capital Advisors, el cual estima un millón de muertes de Covid-19 durante el invierno en China. Ahora, estos números podrían cambiar, dependiendo de la manera en que la actual variante en China se comporte, pues queda aún por determinar la velocidad de propagación y su tasa de mortalidad.
Adicional al Covid-19, el gobierno de Xi está enfrentado con un problema económico y demográfico. Según Carl Minzner, la edad mediana en China en 1978 era de 21,5 años, para el 2021 ya había aumentado a 38,4 años, y se estima que para el 2050, a menos de que haya un incremento significativo en el índice de fertilidad, la mediana de edad será mayor a 50 años. Esto afectaría el crecimiento económico del país, dado que cada vez habrá menos personas en edad de trabajar, y haciendo urgente un aumento en la productividad del trabajador.
Según Stephen Roach, entre el 1982-2010, el factor de productividad de los trabajadores en China creció en un 1,.1% cada año. Entre 2011-2019, este mismo factor disminuyó en un 0,6% cada año, como consecuencia de políticas implementadas por Xi encaminadas a aumentar la inversión a empresas estatales, y disminuyendo la inversión de industrias de alta productividad del sector privado.
De esta manera, el panorama para Xi Jinping y el partido que preside, no es para nada alentador. El desempleo juvenil está aumentando, la productividad está disminuyendo, y los casos diarios de infectados con Covid-19 han incrementado significativamente. En los primeros 20 días de diciembre, el gobierno chino estima que cerca de 250 millones de personas fueron contagiadas de del virus.
Adicional a esto, las tensiones entre China y Estados Unidos sobre Taiwán, y la prohibición impuesta por parte del gobierno Biden a la compra de microchips hechos por compañías estadounidenses a China, afectan aún más el panorama económico y geopolítico del gobierno Xi. Por consiguiente, en este año que se avecina, el gigante asiático seguirá dando mucho de qué hablar.
MARIO CARVAJAL CABAL
Internacionalista y Magister en Estudios Latinoamericano de University of Oxford
Twitter: @Mariocarvajal9C