Desinformación
La desinformación y la misinformación son los principales riesgos globales, según 1400 expertos del Foro Económico Mundial. Eso es porque Estados inescrupulosos pueden usar noticias falsas para moldear a su antojo el sistema internacional. En las elecciones de Taiwán en 2024, se difundieron videos y audios falsos respaldados por el gobierno chino. Esto ilustra el peligro de manipulación electoral. Por esta razón, es crucial que el gobierno colombiano y la ciudadanía aborden, de manera clara, esta amenaza para la democracia del país.
Regulación de la Inteligencia ARtificial
Cualquier regulación sobre el uso de la inteligencia artificial debe ser de carácter global. De lo contrario, la tecnología será adoptada por actores inescrupulosos que buscarían adoptarla para sus fines e intereses oscuros. Esto a su vez crearía un nuevo orden mundial, alejado de los Estados, donde empresas de alta tecnología y demás actores establecerán un orden tecnopolar, basado en el poder cibernético. Por este motivo, es importante que cualquier regulación, sea también construida por Estados y empresas del sector, dado su carácter técnico y la capacidad de la tecnología de sobrepasar las barreras geográficas y estales.
Inteligencia y guerra artíficial
En su más reciente libro, The Age of AI, Henry A. Kissinger, Eric Schmidt y Daniel Huttenlocher discuten sobre cómo la inteligencia artificial va a afectar el futuro de los seres humanos. Entre los riesgos que describen los autores se encuentra que la interacción de la Inteligencia Artificial (IA) puede hacer que predecir, mantener o limitar conflictos sea más difícil. Esto en parte nace por la tensión natural que existe a nivel internacional, en el cual las potencias compiten por tener el armamento más letal y avanzado tecnológicamente.
Tecnología
la guerra cibernética hace que el adversario no se dé cuenta, de manera inmediata, que ha sido atacado. Por está razón, los gobiernos deben reforzar su infraestructura cibernética, dado que, el día de mañana, la mayor amenaza no será necesariamente, un ataque nuclear, sino un ataque a la red de energía que amenace a un reactor nuclear.